Urbanismo y Transporte N°3
Por Andrés Villaseca
Nos corresponde en esta tercera columna de Urbanismo y Transporte, analizar enfoques de solución adicionales a los ya planteados en la columna anterior, para abordar el problema de transporte y por lo tanto de calidad de vida para la ciudad de Santiago.
Como recordaremos, se consideraba una modificación en el volumen de la demanda total de los viajes, lo que puede ser justificado por la penetración del teletrabajo y modalidades laborales no presenciales. En términos sencillos es que puedan disminuirse viajes que no sea estrictamente necesario hacerlos de manera física, dadas las tecnologías actuales y la validación social de esta costumbre.
La segunda solución esbozada, pretende generar una modificación estructural de la ciudad, donde por ejemplo se realice un cambio en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), creando nuevos focos empresariales, industriales y de servicios, entorno a un anillo de circunvalación externo a Américo Vespucio, cambiando la estructura espacial de los viajes que se hacen habitualmente (Radial) a una más de tipo Perimetral
Otra posibilidad muy atractiva y eficiente para abordar el problema planteado, es la modificación de la matriz origen destino en su dimensión temporal, mediante cambios en los horarios de los viajes de un día tipo, por ejemplo con inicios diferidos en la jornada laboral o escolar. Por lejos es la alternativa que requiere menos inversión, pero siempre ha sido resistida por los usos y costumbres de los horarios de trabajo, situación que puede ser muy válida de volver a revisar en virtud de la jornada laboral de 40 horas aprobada recientemente.
El último enfoque propone completar vías ya existentes, que tienen discontinuidades en puntos específicos, con el objeto de aumentar sustancialmente la infraestructura disponible, sin recurrir a nuevas autopistas que como todos sabemos tienen importantes beneficios, pero también externalidades negativas no menores, entre las que se encuentran generar cuellos de botellas en puntos específicos de la ciudad.
Los beneficios de este tipo de intervenciones planteadas son variados, pero quizás el más importante es la mejora en la calidad de vida en un ciudad por una menor cantidad de viajes realizados, en una zona y un lapso de tiempo específicos.
No es razonable seguir induciendo un comportamiento de crecimiento sostenido de los viajes, siendo que el teletrabajo demostró que es posible cambiar dicho comportamiento.
No es razonable seguir acrecentando la estructura radial de viajes de Santiago y permitiendo que personas de Puente Alto trabajen en Pudahuel y deban atravesar la ciudad cada día.
No es razonable que prácticamente todas actividades de la ciudad comiencen de manera simultánea, induciendo horas punta imposibles de abordar.
No es razonable no contar con una red vial redundante respecto a las vías estructurantes de la ciudad, a un costo marginal.
Por el lado de los ahorros de inversión en infraestructura y que son enormes, se encontrarían los siguientes:
– Menor necesidad de crecimiento de la red de Metro
– Menor necesidad de crecimiento Transporte Público de Superficie
– No necesidad de nuevas vías concesionadas
– Menor necesidad de mantenimiento de pavimentos
Columna publicada por Atmósfera Magazine.